El 9 de abril de 1948, paradójicamente, es una fecha que une al pueblo colombiano con el pueblo palestino. Como sabemos, el Bogotazo fue un día trágico en la historia política de nuestro país, este mismo día también lo fue para el pueblo palestino. El 9 de abril de 1948 en territorio palestino se perpetuo, a manos de grupos paramilitares sionistas, la Masacre de Deir Yassin. Esta triste casualidad de la historia resulta un motivo más, como lo han señalado algunos, de trazar caminos comunes entre el pueblo palestino y el colombiano.

En tiempos críticos, en los que la dignidad de los pueblos sigue siendo aplastada y en los que el sentido humanitario es casi nulo por parte de los grandes poderes mundiales es inevitable que manifestemos gritos y trazos de dignidad. Preparar una muestra de cine palestino significa para nosotros eso: un grito de dignidad, un llamado, somos un lazo, una voz que no se resigna ante el horror.

La situación del cine palestino resulta ser muy problemática y muy particular en el panorama cinematográfico mundial. Estamos hablando de un pueblo que durante todo el siglo XX ha sido perseguido y no ha podido consolidar un Estado Nación solido porque siempre ha sido colonizado, invadido, aniquilado y estigmatizado. Ante la tragedia que se ha vivido durante más de 70 años ha sido muy complejo para el pueblo palestino consolidar algunas instituciones culturales o artísticas, es imposible, si quiera, pensar la posibilidad de una Cinemateca Palestina. Así mismo, como lo ha señalado el cineasta Kamal Aljafari, buena parte de la memoria audiovisual y cinematográfica palestina ha sido prohibida, confiscada y eliminada por el ejército y el Estado israelí. Por ello, el cine palestino ha sido resguardado por instituciones que en la mayoría de casos han tenido que migrar y establecerse en otros países para preservar archivos audiovisuales y películas. Es decir, el cine palestino ha tenido que ser resguardado por los propios cineastas y por instituciones que ellos mismos han creado.

Este panorama es para nosotros una motivación y una convicción para acercarnos a la preservación y exhibición de cine palestino ante tan crítica situación. Esta muestra, por supuesto, no abarca toda la historia del cine palestino, solo resulta comprender unos pincelazos. Son trazos realizados junto al mar, de un cine que consideramos importante de conocer y comprender en su particularidad y complejidad, un cine por descubrir. Proyectaremos películas que se realizaron entre 1973 y 2024, en las que las búsquedas e inquietudes de cada una cambian y adquieren características formales disimiles.

Esta muestra está compuesta por películas de cineastas palestinos, libaneses, europeos y latinoamericanos que se han acercado desde la forma del cine a Palestina desde los años 70 hasta el presente año, 2024. Tendremos 8 programas que están conformados por los cineastas Mustafa Abu Ali, Khadijeh Habashneh, Jocelyne Saab, Kamal Aljafari, Manu Gerosa, Martín Sola y Ana María Hurtado.

 

Esta muestra es un acto civil de solidaridad y reflexión ante lo que vemos desde hace aproximadamente un año (pero que ha ocurrido hace décadas) y de lo que no podemos dejar de hablar. Es una convicción de fe en el cine que se hace ante al horror; creemos en el valor artístico de las películas que programamos porque en ellas residen caminos de reflexión, humanismo y dignidad.

La muestra se realizará en la ciudad de Bogotá, Barrancabermeja y Bucaramanga a partir del 27 de septiembre Les invitamos a conocer la programación detallada aquí: